Juego externo vs juego interno

Hume

8/25/20235 min read

brown wooden blocks with number 6
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¿Qué objetivos deberíamos proponernos? ¿A qué meta deberíamos apuntar? Si el objetivo es tener la mayor cantidad de sexo posible en el menor tiempo posible (que por supuesto no será de un día para otro sino que tal vez lleve unos meses) lo mejor es desarrollar técnicas de juego externo y buscar un nicho propio o método propio. El método creado por Eric Von Markovik (Mystery) es en sí un sistema que el autor diseñó para poder lograr dicho objetivo. A su vez encontró la forma de modelizarlo y hacerlo accesible para todo el mundo. A pesar de que muchos de los elementos de este modelo son aplicables a una multiplicidad de contextos, situaciones y personas, el modelo fue pensado para ser utilizado en bares y discos de los Estados Unidos. Por ello, hay que tener en cuenta:

El factor cultural: los Estados Unidos como cualquier sociedad tiene sus características propias. Sobre todo la cultura de las grandes ciudades. Allí la aceptación de la sexualidad está mucho más desarrollada que en la Argentina (una sociedad que se jacta de ser liberal cuando en realidad recién está aprendiendo a dejar de ser conservadora). Además hay que tener en cuenta que allí las ONS (One Nigth Stand: relaciones de una noche) son mucho más frecuentes debido a múltiples factores. Podríamos comenzar a teorizar sobre el porqué de esta idiosincrasia, llegando a mencionar los conceptos del “amor liquido” y la cultura corporativa, pero el hecho es que en las grandes ciudades de los Estados Unidos la mayoría de las mujeres salen a un bar o un boliche en busca de sexo (ya sea de una noche o porque tiene la esperanza de encontrar pareja). En cambio en la Argentina, son pocas las mujeres que salen con esa mentalidad. Aunque muchas en el fondo quieren lo mismo que sus pares estadounidense, no están dispuestas a admitirlo y se ocultan bajo excusas como “salgo a divertirme con mis amigas”, “vengo a bailar”, etc…Por supuesto a veces las cosas se terminan “dando”. Aun así, no están dispuestas a admitir que salieron con la idea de encamarse un caballero de la mesa redonda. Admitir esto las convertiría, ante los ojos del populacho conservador y machista, en vulgares damiselas o “putitas”. Entonces cuando sucede que se van con muchacho ellas dicen “se dio”, “fui a su casa porque quería mostrarme su pared roja y se dio”. Raras veces existe esa pared roja.

El factor social: el método indirecto, M3 o método Mystery, tuvo su máxima expresión en la ciudad de los Ángeles, meca del cine y las carreras frustradas. Miles de mujeres hermosas provenientes de todos los Estados Unidos emigran todos los años a esta ciudad en busca del sueño americano: convertirse en actrices y/o cantantes famosas. Lo cierto es que muchas de ellas (la mayoría de hecho) se irá con las manos vacías y están tan desesperadas por lograr su sueño que harán cualquier cosa para lograrlo. Es preciso aclarar que muchas de estas mujeres provienen de los lugares más pobres de los Estados Unidos y buscan un medio para abandonar la miseria. En este sentido se entiende porque la teoría del “pavoneo” (vestirse en forma llamativa y con accesorios para llamar la atención) es particularmente funcional en este contexto. Una persona vestida en forma llamativa en un club podría llegar a ser un famoso, alguien rico, algún productor, alguien con status: la salida de una vida de miseria para una mujer pobre. Pero lo cierto es que esta estrategia se ha usado en dicho contexto para obtener sexo de una noche y, para muchos, ha funcionado en forma fenomenal. También hay que tener en cuenta que dichas mujeres provienen de familias humildes con baja educación por lo que hasta la más elemental de las rutinas de confort podrá ser útil para “conectar” con dicha damisela. Escribo conectar entre comillas porque no se trata de una verdadera conexión sino de un artilugio simple para conseguir un fin: acostarse con la dama. ¿Reprochable? Tal vez, pero no estamos aquí para discutir el “deber ser” de las cosas sino el “ser”. Muchos hombres actúan así para acostarse con mujeres y un porcentaje considerable lo logra. El mundo es así. Los seres humanos actuamos así. La herramienta está disponible para todos, es el fin quien determina su moralidad.

Este análisis nos lleva a la siguiente cuestión: ¿Se puede utilizar este método en otro contexto social? La respuesta es sí. Se puede. Por supuesto habrá que adaptar el modelo. Si se quiere aplicar en Argentina con una mujer muy perspicaz, la rutina simple no será suficiente. De hecho dudo que un comportamiento robótico basado en rutinas simples dé resultado con una mujer así. No obstante, podría dar resultado en un boliche lleno de “pendejas” (18 a 22 años) o con una mujer no muy inteligente. Para ser honesto, yo, en lo particular, busco mujeres cultas, inteligentes, curiosas con las que pueda tener una buena conversación. Una pendeja borracha en busca de diversión no sería mi target pero si quisiera acostarme con ella (y quien no quisiera) supongo que utilizando rutinas podría llegar al objetivo. No estaría siendo yo mismo pero con el tiempo y la práctica podría calibrar mis rutinas hasta aumentar su eficiencia casi en un 100% y lograr todas las noches volver a mis aposentos con una joven damisela. Por supuesto, a la larga me aburriría y buscaría ser yo mismo y buscar una mujer que corresponda a mis gustos y a mi forma de ser. Para ello tendría que trabajar mucho en mí mismo (mi juego interno) y eso me llevará tiempo (años tal vez).

El asunto clave aquí es: ¿Trabajo más mi juego externo o mi juego interno? La respuesta es sencilla: ambos. Imaginemos alguien que se dedica a trabajar solo su juego interno, buscando su forma de ser, trabajando sus problemas, sus creencias, sus hábitos (ya sea con terapia, meditación o cualquier medio que le sirva), buscando su círculo social de pertenencia, sus pasiones, su propósito en la vida. Esta persona podrá observar que al pasar el tiempo sus resultados irán mejorando en forma lenta pero progresiva. Al cabo de unos años su juego interno será lo suficientemente fuerte como para estar con cualquier mujer. Paradójicamente solo estará con aquellas que lo hacen feliz, que corresponden con su forma de ser. Una perspectiva exitosa y una actitud loable definen a esta persona que ha trabajado día tras día durante años para auto superarse. Todo muy bello hasta aquí, aun así existe un problema. La mayoría de las personas, lamentablemente, quedarán a mitad de camino debido a la ausencia de resultados inmediatos. Por más que no nos guste admitirlo, tenemos mucha ansiedad y queremos ver resultados lo antes posible.

Veamos el caso opuesto de un sujeto que solo trabaja el juego externo y se dedica a perfeccionar sus técnicas de seducción y encontrar nichos para utilizarlas. Sin duda, luego de unos meses de calibración los resultados empezarán a aparecer y su vida sexual habrá mejorado considerablemente. Desde luego su confianza habrá aumentado y su seguridad habrá crecido enormemente. Sin embargo, un vacío habrá dentro de él que no podrá llenar aunque tenga sexo con más de mil mujeres. Pregúnteselo a un rico que, a pesar de que posee más de cien millones de dólares, seguirá trabajando día y noche para conseguir más. ¿Para qué quiere más? Intenta llenar un vacío existencial con algo material y desde luego es como beber agua de un colador. No se podrá saciar jamás.

Como siempre, el secreto es llegar a un equilibrio. Trabajar lo esencial sin descuidar lo inmediato. Apuntar al largo plazo sin descuidar los aspectos coyunturales. En economía se debe pensar en un desarrollo de largo plazo (a diez años), pero si descuidamos problemas como la inseguridad y la inflación, será difícil mantener cualquier política de largo plazo en forma constante. Lo contrario sucede si solo pensamos en el corto plazo: podremos solucionar los problemas coyunturales, pero si los problemas estructurales se mantienen, siempre los problemas volverán y tendremos crisis recurrentes (Argentina es un buen ejemplo de dicho patrón).